horizonte infinito apoyada en la barandilla de una terraza de madera entre cuyas tablas del
suelo de adivina el agua turquesa. Pisar el mar. Un orgasmo para los sentidos que se ve repentinamente interrumpido por la aparicion de una ola que se eleva en el horizonte y que crece sin parar. La masa se agua de un fascinante color turquesa me cautiva mientras escucho los alaridos de la gente que huye despavorida. Siento su fuerza a medida q el
suelo vibra más y más. No siento miedo, es más, abro mis piernas para no perder el equilibrio y me preparo para recibir aquella majestuosa montaña de agua. Ya llega y se desliza lenta y elegantemente por debajo de la terraza elevandola
como a una tabla de surf. Hago esfuerzos por mantener el equilibrio, mientras disfruto del baile intenso que se da entre la ola y las tablas de madera. Sonrio y grito de felicidad al mismo tiempo que veo cómo la gente sigue realizando infructuosos intentos de huida. Y asi, tal
como apareció, se va la majestuosa masa d agua de color turquesa. Se aleja y nos deja en una terraza de madera ahora medio destartalada que vuelve a posarse donde estaba. Serenamente despeinada. Así, como esas emociones que de repente aparecen, te sacuden y te dejan placenteramente agotada una vez se van.
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Primer ejercicio del
Curso de Creación Literaria 2016 en la Escuela Literaria.
Pauta: Sueño desde un sueño.
Tiempo: 1 hora.
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